domingo, 23 de octubre de 2011

Mal partido


Así es, un mal partido de los Raiders el Domingo. Si se estaba hablando estas semanas del potencial de playoffs de este equipo, ayer desde luego no lo pareció. Se vió a los Raiders de años anteriores. Kyle Boller fue un auténtico desastre, y la suerte tampoco acompañó al equipo en un partido en líneas generales aburrido.

Se echó de menos más de lo que yo creía a Jason Campbell. El ataque fue totalmente nulo, y fue en gran parte culpa de nuestro QB suplente. Malos pases, precisión nula, escasa fuerza en lanzamientos profundos, y malísimas decisiones hicieron que se fuera al descanso con 3 Intercepciones (una de ellas retornada para TD) y con apenas 7/17 para 61 yardas. Casi consiguió completar más pases para los Chiefs que para los nuestros. En el único apartado que destacó fue en las jugadas rotas, consiguiendo 29 yardas en 4 "scrambles" en momentos clave. No obstante, lo que conseguía lo acababa dilapidando en el siguiente down.


La presión de la semana fue demasiada para Boller

El juego de carrera fue regulero. McFadden estuvo en el banquillo casi todo el rato por algun problema físico y el partido se lo chupó entero Michael Bush. El corredor no estuvo mal, consiguió yardas y algún "big play", pero falló en tres jugadas clave desde 1&Goal con el resultado 0-14, en la que los Raiders fueron incapaces de anotar (en parte gracias al enorme linebacker de los Chiefs Derrick Johnson).

La sensación es que los Raiders jugaban contra sí mismos, ya que los Chiefs en ataque también aburrieron bastante. Quizás hubo dos drives en los que parecían funcionar y mover la pelota (gracias sobre todo a Dwayne Bowe y Dexter McCluster), pero en general no hicieron grandes cosas. De hecho Matt Cassel se fue del partido con 2 intercepciones y poco más.

Por lo menos salimos de dudas con el QB titular

En el segundo tiempo, tras sufrir abucheos por parte de todo el estadio, Kyle Boller se fue al banquillo. Llegó el momento: ¿Palmer o Pryor?. El estadio se puso en pié y vibró. Carson Palmer se puso el casco y salió a remontar un partido muy difícil. Al principio se le vió bastante bien, con mucha seguridad en los lanzamientos, y con las ideas muy claras. Pero este partido estaba ya muy cuesta arriba, y hacía falta un milagro para remontarlo. La presión de remontar hizo que Palmer fuera interceptado para TD acabando el tercer cuarto, dejando el marcador 0-28.

No obstante, con el pescado ya prácticamente vendido, Palmer no se derrumbó y siguió lanzando y ganando yardas con muchísima seguridad en sí mismo, parecía que no había perdido la forma. Pero poco a poco se fue hundiendo en el barro en el que se había metido sin comerlo ni beberlo. Sufrió una segunda intercepción cerca de la endzone,  y una tercera ya a falta de 7 minutos para terminar. Los Raiders regalaron 6 intercepciones en total a los Chiefs, y así no se puede ganar.

Premio Negro y Platino para DHB.

En esta derrota habría que destacar a Stanford Routt como líder de placajes y por su magnífica cobertura; a Demarcus Van Dyke y Chinedum Nduwke con una intercepción cada uno; y a Darrius  Heyward Bey como mejor receptor. Por ello le damos el premio Negro y Platino a Heyward-Bey, más que nada por la enorme progresión que está demostrando en los últimos encuentros. Consiguió 5 recepciones para 89 yardas.

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