martes, 1 de enero de 2013

Pesadilla en Oakland 1º Parte: EL ATAQUE


POR AIRE
 
 
Palmer ha terminado el año con un record y las costillas rotas
 
 
Dennis Allen quiso establecer un sistema para favorecer el juego de Carson Palmer, y dotarle de mayor peso y responsabilidad llevando las riendas del equipo, en detrimento del juego terrestre. Por esa sencilla razón, nuestro QB ha arrojado buenas cifras estadísticas, que no son un reflejo de lo que ha sucedido en realidad en los terrenos de juego. Palmer ha lanzado para 4018 yardas, estableciendo un record en la franquicia (ha sido el segundo QB en lograr superar las 4000 en una temporada, después de Rich Gannon en 2002). Completó un 61,1% de sus pases, terminando en TD 22 veces. Eso sí, fue interceptado en 14 ocasiones, reduciendo su rating a un bastante aceptable 85,3. Fue placado 26 veces, lo cual denota que nuestra OL podría hacerlo bastante mejor. ¿Y porqué con estos números nuestro equipo sólo ha logrado 4 victorias? Muy sencillo, por la denominada "Teoría de los minutos de la basura".
 
Esta teoría viene a explicar las cifras de Carson Palmer. El ataque en realidad ha sido inoperante y deficiente, carente de imaginación, e incapaz de anotar en los momentos claves. Durante todo el año hemos ido en el marcador por detrás, y encima por bastantes puntos lamentablemente. Esto ha provocado que en el tercer cuarto, los partidos ya estuvieran bastante decididos con victoria para el rival. Ahí es donde entra en funcionamiento la Teoría. Un partido decidido, hace que el ganador se relaje, baje la guardia, e incluso saque a los suplentes. Y ahí es donde Palmer ha sacado petróleo en cifras. Muchos de sus TD´s han sido maquillajes del marcador de un partido que ya estaba sentenciado 20 minutos antes de terminar. Esa es la auténtica realidad. Palmer ha decepcionado, nuestro juego ha sido aburrido. Nuestro ataque ha dado la sensación de no poder lograr ni un primer down en ocasiones, no hablemos de conseguir una victoria o una remontada. En definitiva un desastre total.
 
 
Myers ha sido el blanco favorito de Palmer este año
 
 
En cuanto al cuerpo de receptores, un año en general bastante discreto. Nuestro QB no ha tenido una estrella en la que apoyarse, y sus balones han tenido destinatarios muy variados. Destacan sobre todo el TE Brandon Myers como máximo receptor con diferencia sobre los demás, con 79 para 806 yardas y 4 TD´s, en lo que ha sido su mejor año hasta ahora como Pro. También destaca Denarius Moore, como máximo anotador: 7 Td´s en 51 recepciones para 741 yardas, aunque realmente esperábamos muchísimo más de él. Rod Streater ha sido el mejor novato y una sorpresa, consagrandose como "possesion receiver" con 39 recepciones para 584 yardas y 3 TD´s. Unas buenas cifras para alguien que se quedó fuera del draft y llegó como Agente Libre no drafteado. DHB ha tenido un año bastante discreto, con 5 TD´s y 606 yardas. Entre todos los receptores han anotado un total de 24 Touchdowns. Sorprende también la labor oscura de Marcell Reece, siendo el segundo jugador que más balones ha recibido de Palmer, con 52 recepciones para 496 yardas y ningún TD. Grandes números para nuestro Fullback, una aportación silenciosa, pero permanente e imprescindible.
 
 
Rod "Sorpresa Inesperada" Streater
 
 
 
POR TIERRA
 
¿Qué se puede esperar de un ataque que se basa principalmente en un sistema de pases a lo "West Coast" con un bloqueo de la línea en zona? Pues sobre todo yardas por aire y poco juego terrestre. Esta premisa se ha cumplido con creces, ya que durante esta temporada el juego de carrera en Oakland ha sido prácticamente inexistente, a pesar de que en las últimas temporadas fue marca de la casa. McFadden ha sido el hombre con más yardas por tierra, con un total de 707 yardas y tan sólo 2 TD´s. Su promedio ha sido un más que discreto, 3,3 yardas por intento. Nuestro Running Back estrella ha sido el principal damnificado del sistema de Allen, aunque desde los medios también se haya acusado a Run DMC de no haberse sabido adaptar al bloqueo zonal de su OL. Ha sido un año bastante flojo para Darren. El hombre que en otras temporadas consiguió hacernos levantar de la silla con un "big play" detrás de otro, ha decepcionado. Es como si un buen cafetero se pasa al descafeinado. Ese es el regusto que nos ha dejado. Sólo un "big play" en todo el año de 64 yardas, sin TD final.


Run DMC ha tenido uno de sus años más flojos

Si a este hecho añadimos que parte de la temporada Run DMC ha estado en el congelador por culpa de una lesión, el resultado es la muerte del ataque por tierra. Durante la ausencia de McFadden, Marcel Reece ha cumplido cargando con el equipo en este aspecto, pero sin brillar del todo tampoco. No se le puede pedir más a nuestro Fullback; este año sólo le ha faltado defender y patear para hacerlo todo él. Eso sí, ha promediado 4,6 yardas por intento, dejándonos un buen sabor de boca a pesar de todo, aunque no haya conseguido ni un sólo TD. Cumplidor y eficiente, sin ser espectacular.

Ni siquiera Michael Goodson ha logrado conseguir levantar las cifras, con 221 yardas en total, y 0 TD´s. Han sido Palmer y Pryor los otros Raiders que han anotado TD por tierra este año, arrojando una cifra total entre todo el equipo de 4 Touchdowns de carrera. Es algo como para echarse a temblar. Sólo 4 TD´s en una temporada entera! Nuestro equipo ha fracasado en este aspecto completamente.



Reece ha dado la cara tanto por aire como por tierra.



LA LINEA DE ATAQUE
 
 
La línea de ataque ha cumplido sin tampoco brillar excesivamente. Como hemos escrito anteriormente, los rivales han derribado a Palmer un total de 26 veces. Podría ser peor, pero también mucho mejor. El bloqueo zonal que han practicado este año ha funcionado moderadamente con la protección de pase, pero ha fracasado estrepitosamente con el juego de carrera. La OL no ha abierto puertas, ni han empujado la pila como se merece.
 
Encima durante el año hemos sufrido una baja que no pensaba iba a echar de menos. Se trata de Khalif Barnes, el tackle derecho, y rey de las penalizaciones. Una lesión obligó a fichar a Willie Smith para cubrir su baja, y la verdad es que este jugador no ha cumplido ni de lejos con el papel asignado. Ha sido un auténtico coladero. Flojo en la carrera, y lento en la protección de pase.
 
 
 
 
 
Por otro lado, los demás jugadores han cumplido, unos más que otros. Destacan sobre todo Wisniewski de center, y como siempre Jared Veldheer como tackle izquierdo y estrella de la línea. Por otro lado de forma más discreta, ha resistido el chaparrón los guardias Cooper Carlisle y Mike Brisiel. El primero de ellos huele a corte debido a su avanzada edad, y el segundo llegó como supuesto dominador del bloqueo en zona, y tampoco es que haya aportado grandes cosas al estilo de la línea. Un segundón cumplidor y poco más.
 
Ni rastro de nuestra primera elección del pasado draft, Tony Bergstrom, que ha estado en el banquillo todo el año, en un supuesto periodo de aprendizaje y adaptación a la liga profesional. Alex Parsons ha entrado en juego cuando se le ha necesitado un año más, pero tampoco es que apunte a titular.
 
En definitiva, tal y como está la línea, sería necesaria al menos una elección de draft elevada para reforzarla, o bien apuntalarla trayendo a algún veterano de la agencia libre.
 
 

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